¿Un
fracaso para el crecimiento económico del país o un aliento de
tranquilidad para mantener una de nuestras fuentes de vida, el agua?
Esa es una pregunta que
estoy segura debe retumbar en la cabeza de nuestro Presidente, quizás
la falta de fuerza para tomar una decisión que ha paralizado una
inversión de $4800 millones, será un eco constante que tendrá su
propio sonido en conflictos futuros.
Lo que sí se tiene que
resaltar en los constantes problemas sociales que se han venido
presentando, es que no sólo se ha perdido la representación del
Estado en el último período; también se siente la falta de
autoridad para tomar una decisión que compete a todo un país. “La
Constitución del Perú garantiza la soberanía del Estado sobre los
recursos naturales y su buen aprovechamiento”. A esto se suma
también que los gobiernos regionales no pueden ser un obstáculo ni
generar conflictos para este tipo de desarrollo; su deber es mantener
la cercanía del Estado con la comunidad.
El error que se tiene por
una mala gestión organizacional es creer que la creación de
ministerios es la solución para cada necesidad que se tenga que
afrontar. Esto no generará un Estado más operativo; sólo generará
un mayor gasto público. Si bien en muchos países la creación de un
ministerio de inclusión social permite centrarse en trabajar
específicamente entre la comunicación: de Estado, igual Sociedad;
creo que va más en saber escuchar para poder enfocar el problema.
“No queremos oro
queremos agua”
Está muy claro el factor
determinante del reclamo de este conflicto y de cómo este consenso
se debió manejar bajo los especialistas adecuados, “habría que
ver la visión actual de la iglesia sobre el medio ambiente”. El
Minam (Ministerio de Ambiente) sería el único capaz de respaldar
cualquier acción que garantice la protección de los recursos
naturales y medio ambiente. Actualmente se busca que Senace (Servicio
nacional de certificación ambiental) se encargue de mejoras
continuas de los procesos de evaluación de impacto ambiental con
coordinación gubernamental y participación ciudadana. “Y por qué
no se manejo esto desde un comienzo siendo una vía de comunicación
que garantice la seguridad a la comunidad”. Era un inicio de
empezar a demostrar que el Estado ya pretendía proteger el hábitat de
la región.
¿Cómo hacer que la
comunidad se sienta integrada a este proyecto económico?
La creación de una
sociedad entre la empresa y la comunidad; y como partimos de eso, se
pueden manejar incentivos como proyectos de capacitación para
trabajo en convenios con instituciones educativas como Senati u
otros, donde también se haría promoción del empleo gracias a la
supervisión del Ministerio de Trabajo, también con bonos de
incentivos para la comunidad, haciendo que esto genere un compromiso
entre ambas partes y generando un vinculo de sociedad. “Una persona
defiende algo que considera suyo”. Si sabe que va a recibir algo
que lo beneficie directamente, no va permitir que otros intereses
interfieran contra su propio beneficio.
El presidente Humala
tiene que preservar el Estado de Derecho, no se puede permitir que
por un grupo de personas se paralice el desarrollo de un país en
vías de crecimiento. Los recursos naturales son parte de la
contabilización del Estado y por ello está bajo su potestad darle
el uso adecuado. Si seguimos cediendo ante la presión de pequeños
sectores, Bagua, Conga y otros casos parecidos serán los que
determinen el rumbo del país y no las personas que realmente deben
dirigirlo.
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