sábado, 21 de marzo de 2015

SOS para Venezuela

Por: Pierino Graziani Arenas
Dirigente venezolano.

Venezuela, la potencia petrolera de Latinoamérica vive hoy uno de los peores momentos de su historia. Dieciséis años de gobierno chavista han llevado al país a la crisis económica, al enfrentamiento político y social, generando así, la violación permanente de los Derechos Humanos.
Durante el gobierno de Hugo Chávez las violaciones de Derechos Humanos se centraron en la acumulación de poder, el debilitamiento de las instituciones y la eliminación de las garantías de los ciudadanos en Venezuela, una práctica que Maduro, por desgracia sigue aplicando. La Asamblea Nacional en su mayoría chavista, se ha dedicado a ampliar mediante vía legislativa los poderes del Ejecutivo Nacional para así limitar la libertad de expresión y castigar a sus críticos.
Gracias a esas prerrogativas, en el 2007 el gobierno de Hugo Chávez no renovó la concesión al canal 2 - Radio Caracas Televisión – de línea opositora al régimen. El saldo: un canal menos que critique al gobierno y 3000 trabajadores desempleados, lo cual era bastante predecible en un país donde los poderes del Estado se encuentran secuestrados a favor de una sola tendencia política. Globovisión el último bastión de la oposición, fue expropiado y traspasado a personas coludidas con el gobierno, el resto, como Venevisión y Televén, se autocensuran.
El excomisario Iván Simonovis sufrió en carne propia la injusticia del régimen. Fue detenido en el 2004 por su supuesta participación en el golpe de estado del 2002; el juicio inició en el 2006; las pruebas se evaluaron un año después. Para el 2008 el excomisario enfermó y a los meses fue sentenciado a 30 años de cárcel. Su esposa logró conseguir las medidas humanitarias tras la cuarta solicitud y gracias a la mediación del Papa Francisco.
El 18 de febrero se cumplió un año del arresto arbitrario del líder político Leopoldo López, uno de los ejemplos más claros de la violación de Derechos Humanos.
Tras las muertes de 44 estudiantes en las protestas del pasado año, funcionarios públicos adeptos al gobierno, señalaron al líder político como unico responsable. Y es así como comienza la persecución política en Venezuela.
El Ministerio Público acusó a Leopoldo López de cuatro delitos: instigación pública, daños a la propiedad, incendio premeditado y asociación para delinquir. Un documento de aproximadamente 200 páginas, con los discursos del lider opositor son presentados por el Ministerio como base central de la acusación. Por tanto, el proceso penal es básicamente sobre un juicio a las opiniones políticas del líder venezolano.
El alcalde opositor de San Cristobal, Daniel Ceballos, fue detenido y destituido arbitrariamente de su cargo por permitir las protestas estudiantiles. Enzo Scarano – también alcalde de oposición al gobierno – corrió con la misma suerte. Y ahora le tocó el turno al alcalde de Caracas, Antonio Ledezma; detenido por el Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN), por presunta participación en un fallido golpe de Estado contra Nicolás Maduro.
Conclusión: Con el encarcelamiento de los líderes de la oposición, el régimen de Maduro pretende justificar un supuesto golpe de estado y a la vez, desprestigiar todas las acciones de la oposición, desviando así la atención de los principales problemas del país: delincuencia, inflación, escasez, pobreza y la violación de sus derechos humanos.
Los derechos Humanos no tienen fronteras ni nacionalidad y como países hermanos, no podemos ser indiferentes a la represión que viven los estudiantes venezolanos que protestan por un cambio; de ser así seríamos cómplices de un gobierno y un sistema judicial corrupto, inequitativo y excluyente.
Cuántos mártires más se necesitan para que los Derechos Humanos sean una realidad en Venezuela?

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