lunes, 8 de agosto de 2016

CÓMO EVALUAR LA LIQUIDEZ DE NUESTRA EMPRESA.


Cuando uno decide iniciar una empresa tiene que aperturar  con una cantidad de dinero que pasa a ser el capital inicial.
Este capital inicial será la base de inversión del proyecto que va a comenzar, por lo cual no debería ser usado para gastos fijos sólo como gasto de inversión que luego pasara a ser un activo de la empresa.
Por ejemplo: materia prima, compra de maquinaria, infraestructura, etc. Luego pasaremos a la evaluación de la liquidez de nuestra empresa por medio de un flujo de caja.


Tenemos que saber diferenciar que es Solvencia y que es liquidez.
La solvencia es todos los activos que ha generado la empresa y que nos permitirán poder volverlos efectivos en algún momento, en cambio la liquidez es todo el efectivo con el que cuenta la empresa, es decir su poder de gasto.
Ya teniendo claro estos conceptos podemos hacer un balance gracias a nuestro flujo de caja y ver que tan rentable puede ser nuestra empresa por su nivel de solvencia o que tanto poder de gasto tiene gracias a su liquidez.

El gran error del empresario primerizo es usar toda la liquidez de la empresa en invertir sin previa planificación o usar es liquidez como salidas de caja diaria, y no priorizar el tiempo de cobro de los pasivos, es decir, se gasta más de lo que aún se recupera en ganancias por lo cual deja a la empresa sin un fondo de contingencia en caso de falta de pago por clientes morosos.
Los créditos a largo plazo para una nueva empresa también son un arma de doble filo, puede ser atrayente para nuevos clientes, pero si no se tiene una liquidez continua para cubrir los gatos fijos terminara dejando a la empresa en desbalances de caja.
Lo ideal sería manejar tiempos cortos en los pagos que están en formato de créditos que le permita a la empresa tener esos pasivos antes de la fecha de vencimiento de sus  gastos.
Un ejemplo si los servicios fijos como agua, luz o teléfono además del pago de personal está fijado por un plazo de 30 días calendario, el reembolso de la factura a cobrar tendría que ser de 7 días a 15 días no más.

Los Activos, al hacer un balance en nuestro flujo de caja se debe reconocer que activos son de corto plazo y cuales a largo plazo. En que nos ayuda eso, poder saber con cuanto dinero se contará  en un determinado tiempo y poderlo volver un activo.
Las facturas con fecha de vencimiento próximas, pueden ser negociadas aun como activos en caso de requerir liquidez, por otro lado las facturas con un nivel de morosidad pasarían a ser el activo a largo plazo pero igual no dejaría de volverse efectivo en algún momento pero con un menor valor adquisitivo de su valor inicial.


La idea es poder hacer un balance entre ingreso menos gasto para poder tener una idea de nuestra utilidad, incluyendo los pagos tributarios y gastos de recurso humano. Ya que si la balanza sale negativa es porque realmente estamos haciendo algo mal que nuestros estados financieros están tratando de decirnos. 

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