CÓMO EVALUAR LA LIQUIDEZ DE NUESTRA EMPRESA.
Cuando uno decide iniciar una
empresa tiene que aperturar con una
cantidad de dinero que pasa a ser el capital inicial.
Este capital inicial será la base
de inversión del proyecto que va a comenzar, por lo cual no debería ser usado para
gastos fijos sólo como gasto de inversión que luego pasara a ser un activo de
la empresa.
Por ejemplo: materia prima, compra de maquinaria, infraestructura,
etc. Luego pasaremos a la evaluación de la liquidez de nuestra empresa por
medio de un flujo de caja.
Tenemos que saber diferenciar que es Solvencia y que es liquidez.
La solvencia es todos los activos
que ha generado la empresa y que nos permitirán poder volverlos efectivos en
algún momento, en cambio la liquidez es todo el efectivo con el que cuenta la
empresa, es decir su poder de gasto.
Ya teniendo claro estos
conceptos podemos hacer un balance gracias a nuestro flujo de caja y ver que
tan rentable puede ser nuestra empresa por su nivel de solvencia o que tanto
poder de gasto tiene gracias a su liquidez.
El gran error del empresario
primerizo es usar toda la liquidez de la empresa en invertir sin previa planificación o usar es liquidez como salidas de caja diaria, y no priorizar el tiempo de cobro de los pasivos, es decir, se gasta más de lo que aún
se recupera en ganancias por lo cual deja a la empresa sin un fondo de
contingencia en caso de falta de pago por clientes morosos.
Los créditos a largo plazo para
una nueva empresa también son un arma de doble filo, puede ser atrayente para
nuevos clientes, pero si no se tiene una liquidez continua para cubrir los
gatos fijos terminara dejando a la empresa en desbalances de caja.
Lo ideal sería manejar tiempos
cortos en los pagos que están en formato de créditos que le permita a la empresa tener esos
pasivos antes de la fecha de vencimiento de sus gastos.
Un ejemplo si los servicios fijos como agua, luz o teléfono además del
pago de personal está fijado por un plazo de 30 días calendario, el reembolso
de la factura a cobrar tendría que ser de 7 días a 15 días no más.
Los Activos, al hacer un balance en nuestro flujo de caja se debe
reconocer que activos son de corto plazo y cuales a largo plazo. En que nos
ayuda eso, poder saber con cuanto dinero se contará en un determinado tiempo y poderlo volver un
activo.
Las facturas con fecha de
vencimiento próximas, pueden ser negociadas aun como activos en caso de
requerir liquidez, por otro lado las facturas con un nivel de morosidad
pasarían a ser el activo a largo plazo pero igual no dejaría de volverse
efectivo en algún momento pero con un menor valor adquisitivo de su valor
inicial.
La idea es poder hacer un balance
entre ingreso menos gasto para poder tener una idea de nuestra utilidad,
incluyendo los pagos tributarios y gastos de recurso humano. Ya que si la
balanza sale negativa es porque realmente estamos haciendo algo mal que
nuestros estados financieros están tratando de decirnos.